Un inmenso agradecimiento por la traducción Mariana Matija!

The Bureau of Linguistical Reality (Oficina de Realidad Lingüística) es una obra de arte pública y participativa creada por Heidi Quante y Alicia Escott, centrada en la creación de un nuevo lenguaje para entender mejor el mundo y la manera en la que está cambiando rápidamente debido al cambio climático provocado por los humanos y otros acontecimientos antropogénicos. El objetivo de este proyecto es proporcionar nuevas palabras para expresar lo que la gente está sintiendo y experimentando a medida que el mundo cambia al acelerarse el cambio climático. Utilizaremos estas nuevas palabras para facilitar conversaciones sobre las grandes experiencias que estas palabras pretenden expresar, con el fin de facilitar una mayor transformación cultural en torno al cambio climático.

Este proyecto se inspiró en momentos en los que tanto Heidi como Alicia se quedaron literalmente sin palabras para describir las emociones, las ideas o las situaciones que estaban experimentando a causa del cambio climático.

Heidi y Alicia descubrieron que no estaban solas: amigos, colegas y personas que conocieron en sus respectivas profesiones también experimentaban esta escasez de palabras.

Durante siglos, filósofos, lingüistas, psicólogos y otros han observado el poder de las palabras para influir en los pensamientos y acciones de las personas y viceversa. Un principio llamado relatividad lingüística (también conocido como la hipótesis de Sapir-Whorf) sostiene que el lenguaje afecta a las formas en que sus respectivos hablantes conceptualizan todo su mundo, sus procesos cognitivos a menudo informan sus acciones. La Oficina de la Realidad Lingüística toma su nombre del término relatividad lingüística.

Nos referimos a este término de forma lúdica, pero creemos sinceramente que hasta que no dispongamos del lenguaje necesario para describir el mundo cambiante que nos rodea, no seremos capaces de comprender plenamente lo que está sucediendo.

He aquí algunos ejemplos del poder de las palabras:

La palabra genocidio fue creada por el abogado Raphael Lemkin en la década de 1940 para describir “la destrucción de una nación o un grupo étnico”. Creó la palabra combinando el griego genos γένος, “raza, pueblo” y el latín cīdere “matar”. Una vez que se creó esta palabra se hizo realidad un fenómeno. Ahora, cuando la gente oye esta palabra, convoca toda una comprensión de este trágico fenómeno humano. Son capaces de utilizar la palabra en conversaciones y debates y los que la oyen la entienden como algo real.

En 2002 en una reunión de geólogos, Paul Crutzen, químico atmosférico galardonado con el Premio Nobel, estaba harto de que se utilizara la palabra Holoceno para describir la época actual. Así que introdujo el neologismo Antropoceno. El Antropoceno es un nuevo término cronológico geológico para la época que comenzó cuando las actividades humanas tuvieron un impacto global significativo en los ecosistemas de la Tierra. Muchos relacionan la era del Antropoceno con el comienzo de la revolución industrial, otros con la llegada de la agricultura. El antropoceno se utiliza ahora de forma generalizada en el mundo académico y artístico y se está abriendo paso en los artículos de prensa.

Necesitamos palabras que reflejen nuestras realidades actuales, para así poder codificar las cosas que estamos viviendo, como este mundo que está cambiando rápidamente debido al cambio climático.

Somos conscientes de que no todas las palabras generadas a través de este esfuerzo creativo llegarán a los léxicos globales. No pasa nada. Nuestro objetivo es suscitar conversaciones y reflexiones profundas sobre cómo nuestras culturas pueden reflejar mejor nuestra nueva realidad global. Inspirar cambios culturales para afrontar mejor un mundo que cambia rápidamente debido al cambio climático.

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